Nuevo informe del IPCC pide fuertes reducciones en todos los sectores para evitar una catástrofe climática
El Sexto Informe de Síntesis de Evaluación (IE6) del IPCC de la ONU llega en un momento crítico para los sistemas alimentarios mundiales, ya que los países lidian con los impactos continuos de la pandemia de COVID-19 y la creciente amenaza del cambio climático.
“Pueden y deben construir un sistema alimentario que no solo alimente sino que también proteja nuestro medio ambiente para las generaciones venideras de personas y animales"
Este mes se ha publicado la cuarta y última entrega del sexto informe de evaluación (AR6) del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas (ONU), el organismo de los principales científicos del clima del mundo
El informe de síntesis se llama así porque reúne los hallazgos clave de las tres secciones principales anteriores. Juntos, hacen una revisión exhaustiva del conocimiento global del clima.
El esqueleto de cocodrilo muerto a raíz de las sequías en Pantanal, Brasil. Imagen: World Animal Protection.
Los informes del IPCC son una guía para formuladores de políticas públicas, empresas y comunidades
Los hallazgos del IPCC proporcionan una guía crítica para los formuladores de políticas, las empresas y las comunidades mientras trabajan para construir sistemas alimentarios más sostenibles, resilientes y equitativos para el futuro.
El informe también está diseñado para informar la próxima cumbre climática de la ONU, Cop28, que será organizada por los Emiratos Árabes Unidos en Dubai a partir del 30 de noviembre. Allí, se evaluará el progreso de las naciones en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero desde el acuerdo climático de París de 2015. Es seguro encontrar que los gobiernos están muy lejos de sus objetivos de reducción de emisiones.
Gran parte de este informe de síntesis se centra en el futuro, estableciendo las posibles políticas y acciones que evitarán los peores estragos del cambio climático y advirtiendo sobre los impactos de un mayor calentamiento.
Los sistemas de producción intensiva, conocidos como granjas industriales, no solo infligen crueldad animal a escala industrial, también son responsables de hasta el 18 de los gases de efecto invernadero. Imagen: We Animals Media.
No se pueden seguir ignorando a los sistemas alimentarios
Kelly Dent, directora de enlace externo de World Animal Protection, dice:
“Los sistemas alimentarios han sido ignorados durante mucho tiempo en el compromiso de mantener el clima por debajo de 1,5 grados centígrados, pero ya podemos hacer la vista gorda con la ciencia.
“La evidencia del informe de síntesis IPCC AR6 es clara. Las emisiones netas cero solo se pueden lograr a través de fuertes reducciones en todos los sectores. Se necesita una reducción rápida, profunda y, en la mayoría de los casos, inmediata de las emisiones de gases de efecto invernadero para cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
“Los gobiernos deben actuar ahora. Deben reconocer el impacto significativo que tiene la producción intensiva, conocida como granjas industriales, en nuestra gente, los animales y el planeta, y deben tomar las medidas necesarias para dominar a estos culpables climáticos hasta ahora silenciosos.
“No hay nada sostenible en la producción animal intensiva. Es uno de los principales contribuyentes a las emisiones de gases de efecto invernadero, la deforestación, la contaminación y la aparición de enfermedades zoonóticas y superbacterias, por no hablar de su crueldad con los animales.
“También hay que tener en cuenta a los contaminadores del sector agroindustrial. Han tenido un pase libre durante demasiado tiempo. Si no se controlan, los métodos de producción intensivos y crueles harán que el compromiso por debajo de 1,5 sea más difícil, sino imposible, de cumplir.
“Pueden y deben construir un sistema alimentario que no solo alimente sino que también proteja nuestro medio ambiente para las generaciones venideras de personas y animales.
“En el período previo a la COP28 y la finalización del Inventario mundial, necesitamos políticas audaces y transformadoras que cambien hacia prácticas agrícolas más humanas y sostenibles. Al hacerlo, podemos lograr avances significativos en la mitigación de los efectos del cambio climático y en la construcción de un sistema alimentario más ético para todas las personas, que asegure el bienestar animal, reduzca las emisiones, proteja nuestros bosques y la biodiversidad, promueva comunidades saludables y proteja la salud pública.
“Exigimos que los gobiernos del mundo actúen ahora, y aborden los impactos dañinos de las granjas industriales en el clima, y protejan nuestro planeta ahora y en el futuro”.
