La vida después de los terremotos en Nepal

Muchos de los animales murieron y los que quedaron se encuentran en estado de shock, luego de los fuertes terremotos. Esta es la historia de personas sobrevivientes junto con sus animales.

Aspara Gajureal

Tengo 40 años y vivo en el municipio de Bidur en Nuwakot. El 25 de abril me encontraba trabajando en los campos, cuando de repente toda la villa se encontraba temblando donde yo me encontraba. Tenía tres búfalos y dos vacas en un refugio cerca de mi casa, trataba de caminar y avanzar lo más rápido que podía, pero no podía poner un pie en el suelo. Y cuando el terremoto se detuvo, corrí a mi casa, estaba sorprendida de mirar el ambiente en el que se encontraba alrededor de mi casa.

En cuestión de minutos mi casa estaba totalmente destruida, colapsó encima de nuestros animales, todos murieron en el lugar y no pudimos rescatarlos. Mi esposo estaba muy enojado luego del incidente. Nuestra familia no puede sobrevivir estas condiciones ya que los animales eran nuestro principal fuente de ingresos, así que mi hija que ya se encuentra casada, nos regaló un búfalo para poder salir adelante y con esto mi esposo se encuentra un poco mejor.

Al mismo tiempo, nuestras seis cabras a duras penas lograron sobrevivir, ellas corrieron cuando el terremoto empezó a destruir todo. No puedo olvidar ese día tan horrible para nosotros, no puedo creer que todos nuestros animales murieran, aún los extraño con todo mi corazón.

Nadie estaba allí para rescatarnos. Cuando mis dos búfalos murieron al frente de mis ojos, ellos lloraban angustiados y por el hecho de no tener ayuda de más personas, no nos fue posible deshacernos de sus cuerpos, sino hasta días después.

Mis tres queridos búfalos y dos vacas, eran mi principal fuente de ingreso diario a nuestras vidas. Yo llegaba a vender 15 litros de ghee (mantequilla de búfalo) por mes y 30 litros de leche por día. Ahora enfrentamos la dura tarea de pagar la universidad de mi hijo con mucho menos ingreso.

Khila Prashad Gajureal

De profesión soy un granjero y tengo 60 años. Yo tenía tres vacas y siete cabras, esta era la fuente de inspiración de mi vida, pasaba la mayor parte de mi tiempo con ellos. Cada día yo podía llegar a vender 30 litros de leche de vaca.

En mi familia somos cuatro miembros y todos nos encontramos involucrados en el trabajo de granja, es nuestra profesión tradicional y todos dependemos de este negocio desde hace mucho tiempo.

El 25 de abril yo me encontraba trabajando en el campo con mi familia, de repente sentíamos una sensación extremadamente para nosotros. Luego de segundos realicé que era un terremoto, seguidamente todos nos preocupamos por nuestros animales que se encontraban descansando en el granero. Yo corrí a mi casa, sin embargo cuando llegué ya no existía, todo se encontraba destruido y a su lado dos vacas habían muerto por el terremoto.

Luego de tres días tuvimos la dicha de rescatar otras dos vacas, una de ellas fue rescatada por otro vecino, luego de nueve horas de escarbar entre los escombros una se encontraba viva.

Ahora me doy cuenta que tuvimos que ser más precavidos con el refugio de nuestros animales, tiene que estar más lejos que nuestra casa y que sea bien manejable.

En este momento me encuentro buscando un préstamo para construir mi hogar nuevamente y un nuevo granero para mis animales. Al trabajar con animales, he descubierto que la relación que existe entre nosotros, es como la de un padre y sus hijos.

Al trabajar con animales, he descubierto que la relación que existe entre nosotros, es como la de un padre y sus hijos. Khila Prashad Gajureal