La cacería de vida silvestre está acabando con la fauna africana
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Recibimos con gran consternación la noticia de que un cazador asesinó a un elefante considerado tesoro nacional en Zimbabue, mismo país donde tres meses atrás murió, con igual crueldad y también a manos de un cazador, el emblemático león Cecil.
Nos unimos a la preocupación global por la proliferación de la cacería de animales silvestres en el continente africano. Esto es prueba de que el mundo debe tomar acciones para regular el turismo de vida silvestre, que en actividades como la cacería, los paseos con elefantes, los parques de leones y tigres y otras atracciones similares, solo generan miseria en la vida de los animales, y dinero en los bolsillos de unos cuantos.
Esta matanza ocurre semanas después de que en Indonesia envenenaron a otro icónico elefante, Yongki, para remover sus colmillos.
“Esta brutal matanza revela la manera sistemática en que individuos codiciosos y grupos inescrupulosos están matando la preciosa vida silvestre africana. Zimbabue y el resto del continente africano se beneficiarían mucho más de una industria que protegiese a los animales en sus hábitats silvestres. Kenia, el único país africano en donde la cacería de vida silvestre es completamente ilegal, disfruta de una vibrante y próspera industria del safari, que genera $800 millones anuales a la economía nacional”, apuntó Roberto Vieto, Oficial de Vida Silvestre de Protección Animal Mundial en Latinoamérica.
“Los animales silvestres pertenecen a sus hábitats silvestres, no en las paredes y salones de los cazadores”, añadió Vieto.
Una vida de crueldad
Para un elefante, el día a día en la industria del turismo y el entretenimiento comienza y termina con sufrimiento. Para conocer cómo vive un elefante en esta situación, haz nuestro quiz “Un día en la vida de un elefante”.
Únete a nuestra campaña “Vida Silvestre, No Entretenimiento”, y mantente al tanto de nuestras acciones para detener la crueldad del turismo y del entretenimiento con vida silvestre alrededor del mundo.
“Los animales silvestres pertenecen a sus hábitats silvestres, no en las paredes y salones de los cazadores