Rangila at the substandard zoo in Nepal - Dancing bears - World Animal Protection

Después del rescate dramático, el último 'oso bailarín' de Nepal llega al santuario

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En su nuevo hogar, después de una historia llena de altibajos, Rangila finalmente tendrá una vida libre de sufrimiento.

El último paso de Rangila para la merecida vida libre de la crueldad fue un viaje de 30 horas, desde el zoológico en Nepal hasta el santuario en la India, al que estaba destinado desde el inicio de esa historia.

El 11 de julio pudimos respirar aliviados, pues Rangila había llegado seguro al santuario. Ahora, pasará el resto de sus años siendo bien cuidado y con altos estándares de bienestar.

"Después de meses trabajando incansablemente, quedamos muy satisfechos de ver Rangila en un santuario donde recibirá tratamientos y cuidados apropiados para recuperarse de los traumas", dice Neil D'Cruze, nuestro investigador de vida silvestre.

Estamos muy contentos por el Rangila. Finalmente podemos conmemorar el comienzo de una nueva vida para él, incluso después de todo el drama que enfrentamos para llegar hasta aquí.

Entiende cómo empezó

A finales del año pasado, en asociación con el Instituto Jane Goodall, rescatamos Rangila y Sridvi, dos osos que vivían en condiciones terribles. Ellos eran explotados como osos bailarines y obligados a entretener a multitudes de personas.

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No todo salió como se esperaba

Rangila y Sridvi fueron abrigados temporalmente en la reserva ambiental de Parsa National Park hasta que se trasladaran al santuario.

Pero mientras esperaban la documentación necesaria para el viaje, Rangila y Sridvi fueron transferidos secretamente (sin nuestra autorización) al Zoológico Central de Jawalakhel - que ya había sido criticado por mantener a los animales en pésimas condiciones.

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Las condiciones del lugar eran realmente precarias y no atendían ni siquiera a las necesidades más básicas de los osos. Por eso, durante su estancia forzada allí, la osa Sridvi desafortunadamente murió.

No permitiría que Rangila tuviera el mismo destino. Pasamos dos meses trabajando incansablemente para presionar al gobierno y finalmente tener nuestro llamamiento atendido.

Nuestra lucha aún no ha terminado

La liberación de Rangila nos motiva a seguir luchando por los osos alrededor del mundo. Desafortunadamente, no es el único animal silvestre con una historia tan triste y cruel. Miles de osos, y tantas otras especies, son arrancados de sus madres prematuramente para entretener a las personas.

Mutilaciones, métodos severos de entrenamiento y terror psicológico son impuestos a los animales silvestres para que se vuelvan sumisos a sus entrenadores y "mansos" con el público.

Ningún animal debe ser sometido a tal crueldad. Es por eso que luchamos contra esa industria.

Apoyar nuestra campaña para acabar con la explotación de animales de la Amazonia, haciendo clic aquí.

Después de meses de trabajo incansable entre bastidores, conseguimos llevar Rangila a un santuario en la India.

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