
No hay futuro en las granjas industriales
Cada año, la cría intensiva, conocida como granjas industriales, condena a miles de millones de animales a una vida de crueldad y sufrimiento para obtener ganancias económicas rápidas. Los animales en granjas industriales viven en jaulas, mutilados, con sus espíritus aplastados y hacinados, llenos de antibióticos para mantenerlos con vida.
Además, las granjas industriales están destruyendo el hábitat de los animales silvestres para cultivar y alimentar a los animales de granja: aniquilando la vida silvestre, empeorando la crisis climática, envenenando nuestros ríos y creando superbacterias y enfermedades que pueden afectar a los humanos.
El problema empeorará antes de mejorar. La demanda de carne y productos lácteos baratos está creciendo rápidamente y se esperan grandes aumentos a nivel mundial, incluso en África, Asia y América Latina en los próximos años.
Las granjas industriales son un problema global que requiere una solución global. Se necesita con urgencia una moratoria en las granjas industriales para proteger a los animales, nuestro clima, la salud y el medio ambiente.
Deteniendo el destructivo comercio de alimentos para animales

La cruel cría intensiva se basa en un comercio global de cultivos para alimentar a los animales de granja. Los bosques tropicales se destruyen para dar paso a los cultivos destinados a las granjas industriales de todo el mundo.
Las necesidades dietéticas especiales de los animales de granja criados con fines de lucro impulsan el comercio mundial de alimentos destructivos para animales. Los animales en las granjas industriales se crían para que crezcan rápido, tengan camadas grandes, pongan una gran cantidad de huevos o produzcan la máxima cantidad de leche. Esto causa un gran sufrimiento durante su corta vida. Los pollos son criados para alcanzar su peso ideal de sacrificio aproximadamente el doble de rápido que hace 40 años, y sus patas no pueden seguir el ritmo del rápido crecimiento del cuerpo. Como resultado, muchos pollos sufren de trastornos dolorosos en las patas, a veces incapacitantes.
Casi el 80% de la cosecha mundial de soja se utiliza para alimentar a los animales de granja, no a las personas. Los pesticidas se usan ampliamente, contaminando ríos y matando a personas y animales silvestres. Una moratoria sobre la cría intensiva liberaría tierras para que las comunidades cultiven alimentos para las personas, apoyando la seguridad alimentaria mundial y abordando la crisis climática. También aliviaría la presión sobre el hábitat de los animales silvestres y le daría a la vida silvestre una oportunidad de sobrevivir

Los 5 peores impactos de las granjas industriales en tu salud:
Publicamos un nuevo reporte que evidencia cómo las granjas industriales ponen la salud pública y al planeta en alto riesgo.
Poniendo fin al uso irresponsable de antibióticos en la producción animal
Las tres cuartas partes de los antibióticos del mundo se usan en animales, la mayoría en granjas industriales para evitar que los animales estresados y maltratados se enfermen. El uso excesivo de antibióticos hace que surjan superbacterias. Las superbacterias pueden pasar de las granjas a través de los trabajadores, a la cadena alimentaria y a nuestro medio ambiente y fuentes de agua.
La crisis de las superbacterias ya es responsable de 1,27 millones de muertes cada año debido a que los antibióticos ya no son efectivos.
Las mismas condiciones de bajo bienestar que dan lugar a las superbacterias también pueden causar que enfermedades como la gripe aviar o la gripe porcina surjan de las granjas industriales y salten a los humanos.
Una moratoria sobre las granjas industriales es la mejor manera de salvaguardar la salud pública y nuestro medio ambiente. Menos animales de granja y que vivan en condiciones de alto bienestar, reduciría la peligrosa dependencia a los antibióticos