Datos sorprendentes que quizá desconozcas sobre los sentimientos de los animales silvestres
Las investigaciones nos han demostrado que los animales tienen sentimientos y emociones. Y una vez que nos damos cuenta de esto, se aclara el porqué los animales silvestres son más felices y están más seguros en la naturaleza.
Comprender los sentimientos y la sintiencia de los animales
Los animales son seres sintientes capaces de experimentar sentimientos y sensaciones. Los tigres, cerdos, delfines, aves, vacas y elefantes, todos experimentan placer y dolor. Todos los animales pueden sentirse felices y alegres o heridos y angustiados. Y cuando se trata de trabajar y encontrarse con estos animales, los humanos deben hacer todo lo que esté en sus manos para reducir su sufrimiento.
Desafortunadamente, muchas de las “experiencias con vida silvestre” a las cuales tienen acceso hoy en día los turistas fallan en ese aspecto. Alrededor del mundo, vemos situaciones donde los animales silvestres se mantienen en condiciones que les causa daño físico, mental y emocional.
Los datos a continuación sobre los sentimientos de los animales y los impactos del sector de viajes en ellos, pueden ser chocantes, pero son conocimientos esenciales para todos los viajeros responsables.
Por qué son importantes los sentimientos y las experiencias de los animales
1. Los elefantes amaestrados pueden sufrir trastorno de estrés postraumático
Cuando se obliga a los elefantes a actuar en lugares de entretenimiento, se les obliga a realizar comportamientos y acciones que nunca mostrarían en libertad. Por ejemplo, inclinarse ante el público, balancearse sobre las patas traseras y cargar a los entrenadores o al público en su espalda.
“Entrenar” a un elefante para que realice estas acciones suele implicar métodos crueles y dolorosos, muchos de los cuales dejan traumatizado al animal. Esto puede incluso llevar a los elefantes a mostrar signos de trastorno de estrés postraumático.
Los elefantes en cautiverio tampoco pueden formar y mantener los vínculos sociales que disfrutarían en libertad. Los elefantes silvestres viven naturalmente en grupos familiares muy unidos, pero el tiempo que pasan entreteniendo a los turistas les impide mantener estas importantes relaciones.
Un elefante actuando en una atracción turística tailandesa
2. Los delfines experimentan angustia durante las experiencias de entretenimiento
Los delfines son animales cariñosos, inteligentes y sociables, por lo que los turistas suelen estar deseosos de ver a los delfines "mostrar" los trucos que les han enseñado e interactuar con ellos de diversas formas.
Desafortunadamente, los delfines no comparten la misma alegría y emoción que experimentan los turistas. Aunque no hay coerción visible, a los delfines en los lugares de entretenimiento a menudo se les priva de alimentos para aumentar su motivación para actuar.
Muchos de los trucos para los que se les entrena son también dañinos y angustiantes. Cuando un delfín se desliza fuera del agua hasta tierra para que los turistas se hagan selfies con él o lo toquen, está "encallando". En la naturaleza, el encallamiento puede ser mortal, por lo que no es de extrañar que imitar esta situación innumerables veces al día pueda ser física y mentalmente estresante.
Otros trucos, tales como levantar a los entrenadores fuera del agua o remolcarlos, puede también causar daño físico a los delfines. Pueden sufrir daños en sus aletas, hocico o piel. En el peor de los casos pueden chocar con otros delfines causándoles heridas serias.
3. Los espectáculos de vida silvestre pueden ser peligrosamente ruidosos para los animales que se presentan
Siguiendo con los delfines por un momento, muchos lugares de experiencias con delfines ponen música alta para mejorar la experiencia de los visitantes. Para los humanos, los volúmenes superiores a 85 dB se consideran perjudiciales. Estos espectáculos tenían un volumen medio de 94 dB.
Algunos lugares llegaron incluso más lejos, alcanzando los 110 dB. Es lo mismo que esperaríamos encontrar en un concierto de rock. Mientras que el público sólo experimenta este volumen durante 15-30 minutos, los delfines escuchan música a este volumen durante largos periodos, día tras día.
En la naturaleza, los ruidos a este nivel no dañaría a los delfines. Ellos podrían simplemente sumergirse a mayor profundidad para evitar su angustia. En los lugares de entretenimiento con delfines en cautiverio, no hay zonas profundas a las que los animales puedan retirarse para sentirse seguros y cómodos. También se les mantiene en la superficie durante la mayor parte de sus espectáculos.
Un delfín cautivo actuando en Sea World Spooky Nights, descrito como "una noche espeluznante para toda la familia con el parque transformado a través del color, las imágenes y los sonidos".'
4. Los grandes felinos cautivos sienten miedo, estrés y ansiedad, y esto no hace más que empeorar a medida que aumenta el número de turistas.
Es algo realmente muy especial encontrarse con grandes felinos y sus crías, y el apetito de los turistas por los encuentros con grandes felinos ha causado que muchos animales sean capturados y criados en cautiverio.
Una tesis doctoral de la Universidad de Sudáfrica descubrió que los cachorros de león africano involucrados en turismo de vida silvestre tiemblan, muerden sus jaulas y permanecen notablemente inactivos. Todos estos son síntomas de miedo, estrés y ansiedad.
Un estudio similar concluyó que entre más turistas rodean a los tigres silvestres, más altos son sus niveles de hormonas del estrés.
Pippa Hankinson / Blood Lions. Un cachorro de león usado para brindar a los turistas experiencias de sostener, acariciar, alimentar con biberón y caminar con cachorros de grandes felinos.
5. Algunos animales pueden ocultar sus sentimientos
Como humanos, somos capaces de filtrar o controlar nuestras emociones según sea necesario; intentamos no llorar ante nuestro jefe o parecer estresados ante nuestros hijos. Estamos menos acostumbrados a pensar que los animales puedan hacer lo mismo, sobre todo los animales silvestres.
Algunos osos negros parecen no inmutarse ante la presencia de tráfico, drones y otros signos de presencia humana en su entorno. Se supuso que esto indicaba que no les afectaba ni les preocupaba.
Sin embargo, investigaciones posteriores han descubierto que estas señales de actividad humana hacen que aumente el ritmo cardíaco de los osos, un claro signo de que están estresados o ansiosos. Puede que los humanos no siempre reconozcan las señales de su malestar, pero eso no significa que sus sentimientos no existan.
Como seres sintientes, los animales necesitan nuestra protección
Los animales pueden experimentar una amplia gama de sensaciones y emociones diferentes. Obligarlos a experimentar dolor, angustia y ansiedad para nuestro entretenimiento es total y moralmente incorrecto.
La mayoría de las personas que asisten a estos lugares y atracciones de entretenimiento estarían de acuerdo y horrorizadas al darse cuenta del daño que estos animales sufren. La conciencia está aumentando rápidamente, y no pasará mucho tiempo antes de que el sector de viajes se vea forzado a cambiar sus prácticas.
Animamos a todas las agencias de viajes a que evalúen urgentemente sus políticas de protección de los animales. También pedimos a todos los viajeros que mejoren su comprensión de las emociones de los animales y de cómo apoyar una protección ética y sostenible de los animales.
