Entre los humanos encontramos a excelentes mamás: amorosas, abnegadas y con mucha sabiduría. ¡Pero entre los demás animales también abundan madres ejemplares!
1. Abnegadas desde la concepción
Desde antes de que nazca, una mamá elefante le ha demostrado su gran amor y altruismo a sus hijos: ¡estas madres cargan en el vientre a sus bebés por 22 meses!
Y por si fuese poco, dan a luz a retoños que pesan hasta 115 kilogramos.
2. Lazos que perduran
Las orangutanes solo tienen crías cada ocho años. Por ello tienen mucho, mucho tiempo para pasarlo junto a sus crías. Durante los primeros meses, el contacto físico entre madre e hijo nunca se rompe, y ellas los amamantan hasta los cinco años de edad.
El lazo es tan fuerte, que aún tras independizarse las hembras orangutanes suelen visitar a sus madres regularmente.
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3. Kilómetros de amor
Luego de que su pequeño rompe el cascarón, la pingüino emperador camina unos 80 kilómetros hacia el mar para conseguir un pescado y alimentarlo, mientras el macho lo mantiene caliente entre sus patas.
Y si el pequeño muere, la madre llora su pérdida, pues solo ponen un huevo al año.
4. Todo por los pequeños
Antes de dar a luz, las osos polares aumentan casi 100 kilos de peso. Luego, se refugian en una madriguera en donde hibernan y dan a luz durante el invierno. Cuando sus cachorros nacen, los mantiene calientes junto a su cuerpo hasta que llegue la primavera y pueda salir a pescar.
Durante esos ocho meses de frío, la madre pasa sin comer nada, pero alimentando a sus cachorros con su leche materna, y perdiendo todo el peso que subió.
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5. Los defienden hasta con los dientes
Para un bebé cocodrilo, no hay lugar más seguro que en las fauces de su madre. Para evitar que los peligros del río puedan lastimar o matar a sus hijos, ella los transporta con sumo cuidado en su hocico, y entre sus afilados dientes.
Extra:
Las leonas, elefantes, tigres y otras especies silvestres cuidan a sus cachorros durante varios años para enseñarles todo lo que necesitan para sobrevivir. Pero la crueldad en la industria del turismo con animales silvestres separa a estos bebés de sus madres para que los turistas los acaricien, se tomen fotos con ellos, o los vean en un espectáculo.
Al hacer un turismo responsable, puedes ayudar a terminar con el cruel uso de animales silvestres en entretemiento y así terminar también con la separación de animales silvestres de sus crías.
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Tu puedes ayudar a que la industria del turismo sea responsable con la vida silvestre y no separe a madres de sus crías